Cineclub Viena

Luis Arrieta Erdozain (México, DF, 1955), crítico de cine por más de tres décadas, así como articulista cultural, se desempeñó inicialmente como comentarista cinematográfico de La Onda (posteriormente rebautizado como La Guía), suplemento cultural del desaparecido periódico Novedades, donde también elaboraba las carteleras comentadas de cines y cineclubs. Durante 1978-79 hizo artículos para cada una de las películas proyectadas en el Cine-Arte CUC. Publicó críticas y entrevistas en el suplemento El Heraldo Cultural de El Heraldo de México y, con el correr de los años, en el suplemento cultural de El Sol de México y en la sección de espectáculos del periódico Esto, entre otras tribunas.

Colaboró periódicamente con las revistas Karma (del grupo editorial del periódico El Financiero), Hogar 2000, Perfil de Comunicación, Cuadernos de Comunicación, así como en el semanario cultural Opción de ACCOSA. Director fundador y articulista de la revista Cine-Arte del Centro Universitario Cultural, así como articulista fundador de la revista Cine Première, colaboró recientemente con la revista Milenio Semanal. Impartió la cátedra “Historia y crítica de cine” en la Universidad Anáhuac campus norte; condujo y comentó varios ciclos para la Alianza Francesa y otras prestigiadas instituciones culturales. Ha participado, como experto cinematográfico, en diversas emisiones radiofónicas, televisivas y de radio vía la internet. Desde el 2004, programa y conduce Viena 294 Cineclub, de carácter privado. Lo anterior al margen de su desempeño profesional en otros ámbitos de la comunicación.

Según Arrieta Erdozain, más que la mera vista de una película, la experiencia cinematográfica que verdaderamente marca deriva de que la exposición a la obra de un autor, para dar fruto en el espectador/fruidor, encuentre reciprocidad en éste con la observación, comprensión, aprehensión y decantamiento interior. Sólo así el cine transforma y enriquece la vida de personas y pueblos: “Es necesario atender para entender; entender para comprender; y comprender para trascender”.

Obras publicadas:

Joyas de la Corona Cinematográfica (Centro Cultural Viena, 2005).

Tassieretazos: Obra de Obras, performance plástico-objetual, con Alejandro y Juan Rubén Bobadilla Vidal, así como Gonzalo Tassier de la Maza (Tlalpan, México, 1998).

Laberinto: la Necesidad de Ser (edición de autor, 1994).

Un concepto de Comunicación Organizacional. La revista Interna y la Historieta en la Empresa (Diana, 1991).

La Comunicación en las Organizaciones, con Salvador Sánchez, Horacio Andrade, Carlos Fernández C., entre otros (Trillas, 1991).

Anuarios 1985 y 1986 de Cuadernos de Comunicación, con autores varios (Comunicología Aplicada de México).

Romain Rolland: la Vocación de Ser Auténticamente (edición de autor, 1994).

El Comic es algo Serio, con Carlos Monsiváis, Román Gubern y Zalathiel Vargas, entre otros (Eufesa, 1982).

Cine-Arte CUC 1974-1979. V Aniversario, con Óscar Mayorga Dardón, O. P. (Centro Universitario Cultural, 1979).

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Hasta hace uno años EL CONCEPTO “IR AL CINE” IMPLICABA una ceremonia que algunos definen como laica: la de divertirse en familia, que ampliamente se practicó hasta muy entrado el siglo XX. Ceremonia que obligaba a que los participantes se acicalaran cuidadosamente y se presentaran a ver una auténtica expresión de las bellas artes. En el lobby de los cines aparecían unos cartoncillos de ocho por doce centímetros, a veces más grandes, que profesionalmente se llaman stills, con fotos de las películas. Eran imágenes congeladas de lo que el público podía esperar en determinado título previamente seleccionado por alguien de la familia, preferentemente la madre, a quién estaban dirigidas la mayoría de las cintas incluso en los años sesenta; o del padre, a quién comenzaron a atraer con cintas fuertes (temas como la guerra o lo policiaco, por ejemplo), a veces repletas de acción o de atractivas mujeres (como no ver a Bond...).