Marzo , 15 2018
TERCERA LLAMADA
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A mes y medio del estreno de la obra Calígula de Albert Camus, Isa, directora de teatro universitario decide transformar de manera radical la propuesta escenográfica y la puesta en escena. Desecha las imponentes estatuas escenográficas de hombres desnudos inspirados en las esculturas del alemán Arno Breker y deja atrás la investigación y la revisión de imágenes de la Italia fascista y de su líder Benito Mussolini con las que pretendía alegorizar sobre la figura de Calígula, el emperador romano, para concentrarse en una concepción más cercana a las intenciones del escritor y filósofo francés que veía en Calígula a un hombre cruel y omnipotente pero desprotegido y condenado a morir. Ese cambio radical provoca una crisis, no sólo en ella misma y en su pareja (ambos están buscando tener hijos y ella está en su periodo fértil), sino en el elenco de actores, en el escenógrafo, la vestuarista, técnicos y productores. Salen a relucir múltiples conflictos: un actor maduro con problemas de memoria, una actriz intrigante, otro actor con múltiples chambas, una asistente que acude a la marihuana para paliar su frustrada carrera como actriz, un joven iluminador que se oculta en el teatro amenazado por un grupo de jóvenes emos del Chopo, una vestuarista histérica que inicia un cachondeo con un técnico y ex stripper, una productora alcohólica, unos desconcertados promotores franceses, un arrogante protagonista que decide dejar la obra y la joven actriz que lo sustituye, dedicada a hacer castings para comerciales e hija de una actriz afamada con la que otro actor del elenco ya maduro, mantuvo un largo romance, un jefe sindical agresivo y para colmo, una Delegada de la ANDA que se presenta el día del estreno para detener la obra, justo cuando la protagonista llega en medio de una torrencial lluvia con teatro lleno, entre la segunda y la tercera llamada.